“No me consta” fue la frase de la última semana. La pronunció Mª Dolores de Cospedal, la Secretaria General del PP refiriéndose al reparto de sobres con dinero negro, en calidad de sobresueldos, en la sede de su partido entre los colaboradores, empleados y altos dirigentes que trabajan o visitan con frecuencia su sede de Génova 13. Pero ”no nos consta” es una frase hecha que pronunciamos cuando queremos salir del paso, cuando no queremos decir nada ni hablar del asunto sobre el cual nos interrogan. Cospedal se ha hecho la sueca y ha tirado balones fuera.
Pero con “no me consta” podemos decir muchas cosas. Podemos decir que no tiene importancia, que no está registrado ni filmado ni grabado por lo cual no se puede demostrar, que no se ha hecho, que no es cierto, pero también puede significar que hago la vista gorda, que no quiero hablar del tema, que puede que pase pero no me interesa, que ha pasado y no se ha enterado nadie o que todo el mundo lo sabe, todo el mundo se ha beneficiado y no seré yo quien levante ni ahuyente la caza.
El mismo Presidente, como la Secretaria General y la Vicepresidenta del Gobierno se han lavado las manos y miran a otro lado. “Quien la hace la paga”, “cada uno que aguante su vela”, dicen para alejar las sospechas. Aznar comenta que los dirigentes del partido no le han defendido como se merece y la lince de Esperanza Aguirre dice “no sé si somos muchos o pocos” los políticos honrados, pero a ella también le ha salido rana la jugada ya que después de despistar al personal eligiendo su fiscal de anticorrupción, resulta que su exconsejero Alberto López Viejo también tenía cuentas en paraísos fiscales.
El caso Bárcenas no ha sido ni más ni menos que la gota que ha colmado el vaso. ¿Cuántos Bárcenas ha habido y sigue habiendo en todos los partidos, en todas las empresas públicas o privadas? ¿Cuántos de ellos nos han estafado y nos siguen estafando cada día? Y lo malo de todo es que siguen tan campantes sin rendir cuentas a la justicia y burlándose de todo y de todos.
Bárcenas después de casi dos semanas ha anunciado, y razón no le falta, que no usó sobres en negro, sino sobres blancos con dinero negro, digo yo. Montoro el súper ministro que dio un espectáculo en su comparecencia en el Congreso afirmó no saber si Bárcenas se acogió a la amnistía fiscal por él implantada. Montoro alega en su defensa de que su declaración de la renta se encuentra colgada en la página del Congreso a disposición de cualquiera pero esto no justifica que él también haya recibido algún que otro sobre blanco con dinero negro.
Se ha hablado mucho últimamente de la clase política en nuestro país. De su número, su dedicación, su trabajo, su lealtad, y fundamentalmente de sus chanchullos, su arrogancia y, en definitiva, de su vivir del cuento haciendo lo que les apetece sin estar controlados por nadie.
Pero a mí como a millones de ciudadanos sí nos consta que estamos siendo defraudados, robados, estafados, engañados, y no sabemos cuántos “ados” más. Y por más que la gente ha protestado no ha encontrado eco de sus reclamaciones entre los políticos, sean de la tendencia que sea. Ellos siguen a lo suyo, defendiendo lo suyo propio y haciendo oídos sordos.
Aquí hay mucho que hacer todavía, mucho que reformar como por ejemplo la financiación de los partidos, los tránsfugas, la ley electoral, etc. y los partidos no quieren acabar con problemas como estos porque no les interesa y de una manera u otra, a nuestros ojos, todos están pringados.
Esto es lo que pasa, pero no se olviden de Gaza ni de Siria, donde sigue muriendo mucha gente.