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Archivos Mensuales: julio 2014

moha-retrato-okHace ya casi son tres semanas desde que Israel inició su bombardeo a Gaza. Hasta ahora van unos 1300 muertos y la cifra no deja de subir. Las tres cuartas partes son civiles entre los cuales se cuentan muchos niños. Hamas tampoco se anda con chiquitas y su cifra de víctimas debe rondar los cien soldados israelíes y también algún civil. Las imágenes que unas cadenas y otras transmiten desde allí nos muestran una ciudad esquelética, devastada y medio destruida.

Pero esto aún no ha terminado e Israel lo había anunciado y advertido. Había dicho que unos cien mil gazíes del millón y medio de habitantes deberían abandonar la franja y lo van a hacer durante la próxima semana. Pero los que allí moran, ya acostumbrados al bloqueo, a los bombardeos, a las vejaciones y a las presiones, se niegan a dejar su casa por enésima vez. ¿A dónde podrían ir? ¿Quién les acogería o les daría asilo? ¿Qué refugiado iba a refugiar a un refugiado, valga la triple acepción?

Bueno, saben ustedes porqué empezó todo esto esta vez. Pues ha sido por los túneles, los malditos túneles que ha construido y usa Hamas para cometer fechorías, atentados, secuestros en el territorio israelí. Una manera de vengarse sin tener que inmolarse, sino que inmolando al prójimo y al enemigo. Seguro que por esos túneles se arrastraron los dos miembros de la célula “solitaria e incontrolada” que dicen que secuestró y mató a los tres jóvenes o tres cachorros de Israel el pasado mes de junio. Acuérdense que la reacción inmediata fue que Benjamín Netanyahu convocó una reunión urgente del gabinete de seguridad y que, inmediatamente, se llevó acabo el asesinato de un joven palestino por no se sabe qué mano oculta. A medio plazo se empezó a organizar la actual invasión.

Entre apagones de luz, bombardeos, destrucciones con cada vez más y más muertes, falta de medicinas, mini treguas, cierre del aeropuerto de Tel Aviv que no se había cerrado ni en la Guerra del Golfo, la diputada israelí Ayelet Shaked ha comentado en público que “las madres palestinas tienen que morir y sus casas tienen que ser demolidas por dar a luz a pequeñas serpientes”.

Egipto, eh, eh, eh, Egipto fracasa, claro está, en un intento de calmar los nervios y el Secretario de Estado norteamericano no hace más que declarar, subir a un avión, declarar, bajar de un avión, volver a declarar y volverse a subir a un avión, etc.

Y lo importante ¿qué es? Lo importante es que el amigo americano sigue jugando su partida de ajedrez con el hijo de Putin. Los dos absortos traman y se intercambian ideas, estrategias sobre los próximos movimientos que van a realizar para que el tablero se quede en tablas.

Lo siento, tendré que seguir insistiendo en que no se olviden de Gaza, pero tampoco de Siria ni de Egipto. Felices vacaciones.