El fugado Bárcenas sigue siendo el centro de atención de todo el mundo. La prensa, a quien dedicó una “peineta” (que “le guardaremos” como escribía un internauta) a su llegada a Barajas después de su regreso de unas vacaciones en Vancouver Canadá, se ha preocupado últimamente de su situación laboral (que a él le importa seguramente un bledo) y de la incurrición en fraude del PP, olvidándose de que estaba en fuga desde el jueves 7 de febrero. Bueno el lunes 25 tendrá que acudir a testificar ante la Fiscalía Anticorrupción y ya veremos si a partir de entonces se toman medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de país, la colocación de una pulsera telemática u otra acción que dé con sus huesos en la cárcel, por ejemplo.
Por otro lado y en un gesto de valentía y coraje, el presidente del Gobierno ha colgado en la web de La Moncloa su declaración de la renta y sus secuaces han vociferado, por doquier, este hecho tan insólito en la política de este país. Sabemos lo que ha ganado Rajoy en los últimos años, y también cómo ha ido subiendo esta remuneración estando en la oposición y cómo ha bajado desde que es el Presidente de los españoles,… Hay que tener en cuenta que Rajoy trabaja para nosotros y que es funcionario público. Del mismo modo, hemos sabido el sueldo de Rubalcaba, Cayo Lara,… Todos nos han enseñado lo legal haciendo estruendos alardes, al mismo tiempo que han escondido la mano o nos lo han dicho con la boca pequeñita, y no se trataba de eso.
Se trata fundamentalmente, entre otras cosas, de hablar de los dineros de los partidos, de su financiación, de los tejemanejes que se traen todos, sin excepción, del fraude en el que incurren y de lo que se deriva de ello en cuanto a blanqueo, a malversación, cohecho, soborno, tráfico, prevaricación y en definitiva de fraude, un delito muy tipificado en las leyes.
El PP ha estado pagando y defendiendo a Bárcenas amén de esas frases “el que la hace la paga” y otras cosas. La cúpula del PP intuye lo que sabe su ex tesorero y eso manda mucho. Estarán pensando si “él o nosotros”,… De todos modos, si tuviéramos fe en la Justicia que se imparte en este país, diríamos que “no hay miedo, a cada cerdo le llega su San Martín” y que así sea. Pero son tantos los casos y los cerdos, que al pobre Santo se le está acumulando la tarea.
Aún así, no se olviden de Gaza ni de Siria.