El Gobierno el señor Rajoy quiere salir al rescate de Murcia y de su aeropuerto inyectando, por medio del Instituto de Crédito Oficial (ICO), unos 40,61 millones de euros para liberarla de la carga que supone un aval de 200 millones de euros ya vencido y que no puede pagar. Este aeropuerto, situado a unos 70 km del de Alicante y a 39 del de San Javier, no es más que otro ejemplo de los negocios públicos o privados mal planteados, no hay más que pensar en sus homólogos de Castellón y Ciudad Real. Pero que una empresa privada emprenda un negocio que resulta una catástrofe económica, no es un problema público sino de unos cuantos inversores privados que no tienen éxito con un negocio, en fin, es su problema. La cosa cambia cuando el dinero utilizado es público ya que se supone que estas inversiones suelen ser más seguras ya que no suelen tener como meta ganar dinero, sino llevar a cabo un bien público y ofrecer un servicio a la comunidad.
El aeropuerto de Ciudad Real es el primer aeródromo privado de España. Se inauguró el 19 de diciembre de 2008 con un vuelo procedente de Barcelona, tras una larga y polémica tramitación para conseguir una declaración de impacto ambiental satisfactoria, para posteriormente poder obtener la licencia del Ministerio de Fomento. El número total de pasajeros procedentes o con destino a Barcelona, Palma de Mallorca o París, apenas ha superado unos cien mil pasajeros hasta su cierre a mediados de 2011: 1.116 en 2008, 53.557 en 2009, 33.520 en 2.010 y unos 11.844 en los seis primeros meses de 2.011. Dicen que este aeropuerto se vende actualmente por unos 100 millones de euros cuando tiene una deuda de más de 300 millones.
El aeropuerto de Castellón, pagado con dinero público, no ha llegado a inaugurarse y el pleno de las Cortes Valencianas ha rechazado, en su día por los votos del PP, que se cree una comisión de investigación para conocer el coste de su construcción y explotación. Actualmente existen actuaciones y movimientos que tienen como fin la puesta en funcionamiento del mismo, pero para ello hay que desembolsar una gran cantidad de dinero tanto por las empresas privadas que quieren gestionarlo como por parte de la Administración autonómica, tanto para adquirir el material preciso como para realizar las obras de remodelación necesarias y los dineros públicos precisamente escasean en estos momentos.
Después de rescatar a la banca, que paga extravagantes sueldos a sus directivos y consejeros y reparte sustanciales ganancias entre sus accionistas, Rajoy quiere ahora rescatar a un aeropuerto con dinero público, dinero de los impuestos que pagamos los ciudadanos, dinero que, en muchos casos, nos cuesta mucho reunir y por el que pagamos muchos euros de multa si se nos pasa la fecha de hacerlo. No señor. Porqué vamos a pagar los demás los platos rotos de semejantes personas que no gestionan con seriedad sus inversiones, porqué tenemos que abonar sus facturas, ellos que nos estafan y encima se ríen de nosotros.
Esto es como lo del magnate norteamericano Sheldon Adelson, el muchacho de Eurovegas, que se descolgó hace unas semanas con una propuesta por la que pretendía que el Ejecutivo español asumiera todas las pérdidas de su proyecto en caso de que este fuera deficitario. No me jodas, hablando en plata; ¿por quién nos has tomado? Te puedes ir con tu inversión donde te salga o donde se dejen engañar. No estás a la altura de poder tratar con nosotros, aunque algunos paisanos te hayan querido hacer la cama.
Feliz Navidad y no se olviden de Gaza, Egipto ni de Siria.