Nunca un campo de fútbol había servido ni se había usado para denunciar un acontecimiento social de semejante atrocidad. La artista británica de origen kosovar Alketa Xhafa-Mripa, se ha atrevido a emplear el estadio de Pristina en Kosovo como escenario de una protesta por la violación por tropas serbias y grupos paramilitares de entre 20.000 y 50.000 mujeres durante la guerra de los Balcanes, acontecida entre los años 1998 y 1999. Dieciséis años después se logran colgar cinco mil prendas de mujer, donadas por señoras que han sufrido o no tal barbarie y que no son consideradas hasta hoy mismo como víctimas de abusos sexuales. Espero que este genial acontecimiento de innegable valor artístico y humano, haga reflexionar a los que toman las decisiones para devolverle a la mujer kosovar su honor y para alejar de ella todo sufrimiento.
En la intimidad Mariano Rajoy echa pestes. Perder los ayuntamientos de ciudades tan importantes como Madrid, Valencia, Sevilla, Cádiz,… para entregarlas a los “desarropados, desalmados y no sé qué más ”des” seguro que le estará acarreando una continua, machacona y persistente jaqueca aunque, claro, no lo reconocerá en la vida. Pero a Mariano Rajoy lo que le produce una sofocante, molesta y desastrosa diarrea es pensar en los resultados que obtendrá su partido en las próximas elecciones generales.
Está claro. El panorama político español ha dado un gran giro hacia no se sabe dónde. Y a esta altura, la verdad es que uno todavía no se puede decantar sobre el futuro del país aunque uno fuera atrevido y lanzado.
Personalmente a mí me gustó aquello de “prestar el voto”. A mí me lo pidieron prestado y yo lo he dado; lo he prestado. Y, como siempre que uno presta algo, espera que se lo devuelvan propre, como dirían los franceses, en buen estado y lo más pronto posible.
La izquierda alternativa ha tomado el relevo en el poder municipal y en Madrid (Manuela Carmena) y Barcelona (Ada Colau), las dos nuevas alcaldesas han empezado por reducirse su sueldo a más del cincuenta por ciento que sus antecesores. Un buen gesto, para empezar. Queda mucho, muchísimo por hacer y el camino es largo, muy largo aunque se recorra en poco tiempo.
De todas las maneras, no se olviden de Gaza, Egipto, Siria ni de Irak.
