Rojo y como una rosa

Los barones del PSOE cargan contra Pedro Sánchez por rojo, como se ha leído en alguno de los titulares de prensa últimamente publicada. Presidentes socialistas de Asturias, Andalucía y Castilla La Mancha, han considerado el proyecto político presentado por Sánchez para ser proclamado secretario general del partido en mayo como “extremista y rompe la unidad de España”. Javier Lambán, el socialista aragonés, tildó el proyecto como “una versión absolutamente roja y radicalizada”.  A pocos meses de la celebración de las primarias, resulta que Pedro Sánchez está congregando, por lo menos, a más de mil personas en sus actos y mítines (el doble en Sevilla y en Valladolid). Los barones del PSOE, la mayoría de los cuales no son partidarios del regreso a la secretaría general de Sánchez, tienen un miedo atroz y se encuentran muy preocupados por lo que puede pasar. Su regocijo es por considerar que la mayoría de los asistentes a sus mítines son simpatizantes y no militantes con voz y voto en las primarias. Sánchez, dicen, “se está acercando a Podemos”, a propuestas extremistas, radicales y fuera del partido, “incoherentes” por plantear posiciones opuestas a las defendidas en el pasado.

Por otra parte, qué significa y qué quiere decir que el C´s quiere contar con el PSOE y con Podemos para ponerle difícil las cosas al PP. ¿Se vislumbran nuevas alianzas?, ¿roturas de unas existentes?,  o ¿qué pasa en el país?

Lo último es cuando estamos viendo a la Gestora del PSOE contratar al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero y al economista Jeffrey Sachs para elaborar un proyecto del futuro de la socialdemocracia, con el fin de reforzar los contenidos de la ponencia política que pretende aprobar a fin de mes de cara al 39º Congreso Federal, según dicen.

Y digo yo, “oiga, ¿no hay expertos en el partido para encargarles tal trabajo? Pero esto no lo tiene que elaborar el presidente o secretario general que salga elegido de las primarias”. ¿Qué pasa aquí? La sensación que tengo como observador, es que le quieren dejar el trabajo hecho a Susana Díaz. Y también me parece que la Gestora del PSOE ha convertido y transformado su color ya que la veo más celeste que nunca y ha convertido su rosa en una gaviota que resulta ser un charrán.

Bueno, pero no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto ni de esos cientos de refugiados que nos sienten cerca pero no tanto como abrazarles.

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