El que no, también

Desde hace ya muchos años, soy ojeador y lector de títulos de cualquier publicación o periódico. De derechas, izquierdas, centro, norte o sur, siempre me ha dado igual la tendencia política. En la Universidad leía normalmente los cuatro diarios que llegaban a mi departamento, a excepción de los deportivos que siempre he pensado que me supera su información.

Cuando estoy en Rabat, la ciudad de acogida de mis padres y donde yo mismo trabajé durante varios años, compro cuatro diarios. Tengo alucinado al “susi” (1)  de turno que amablemente y respetuosamente me cobra los 17 Dhm (1,5 € aproximadamente) de mi compra. No consigue ni conseguirá entender  la postura de un cliente que adquiere tantos periódicos, e igual ni se lo plantea porque a él le han puesto allí para vender y generar dinero.

Un tendero susi en Marruecos es una gran institución. De muy joven ingresa como aprendiz de tercera categoría en un comercio, generalmente de comestibles. Con los años va creciendo y subiendo de categoría. De tercera pasa a segunda y luego a primera donde pasa bastante tiempo y donde se le empieza a valorar. Sustituye y suple de vez en cuando al responsable, se le encargan tareas algo más complicadas que tienen que ver con el negocio, como ocuparse por ejemplo de los pedidos, atender a los representantes, pero siempre sin tocar la caja. Eso son cosas mayores y es responsabilidad y tarea del jefe. Pero un día salta la liebre y si es responsable, obediente, con ojos de lince para el comercio y para atender a la clientela tan diferente y dispar, puede aspirar a ser jefe y encargado de un comercio similar.

Servidor siempre ha sido un poco cocinilla pero sin exagerar ni nada; simplemente que no me asusta la cocina, y con el confinamiento del Covid-19 y las circunstancias, tener a mi hermana mayor con nosotros en casa pasando el encierro, se ha agudizado y hasta repetido mi presencia ante los fogones. Ahora descubrí que hago unos guisos no tan malos, pero que no se pueden comparar en variedad ni en elaboración, con las exquisiteces que elabora mi señora esposa. Bueno, mis guisos no son complicados y con este confinamiento caí en la idea de que el que se los come se muere y el que no también.

Con estas excentricidades sólo me queda decirles que no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto ni de Yemen donde, según Save the Childen, 85.000 niños menores de cinco años han muerto en los últimos tres años que dura la guerra por malnutrición aguda. Tampoco olviden a los cientos de miles de refugiados que se encuentran agazapados en cualquier rincón esperando un milagro.

  1. Susi: Ciudadano marroquí de origen de la zona de Sus (Agadir, Essaouira,..) que legendariamente se dedican en Marruecos al pequeño comercio y principalmente de comestibles.

 

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