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Archivos Mensuales: febrero 2021

Al parecer, Santiago Abascal está preocupado. Le tienen quitado el sueño los chicos del PP y del Cs. Dice que “Vox no puede representar a todo ese espectro político”, el que comprende a ambos partidos. Bueno, Abascal está subido después de los resultados de las elecciones de Cataluña. Es normal, Él ha visto cómo el Partido Popular ha perdido un escaño en esta última votación pasando de cuatro diputados a tan solo tres y cómo Ciudadanos se ha desplomado casi del todo perdiendo 30 escaños, pasando con ello de ser la primera fuerza a la séptima en el hemiciclo, obteniendo este 14 de febrero tan solo seis diputados.

Preguntado por el éxito electoral de su partido, se sale de la tangente y responde preconizando la pronta caída del Gobierno central al que desea ser “expulsado y se vea abocado a convocar a los españoles a las urnas” en unas “elecciones anticipadas”.

Abascal, él solito, quiere salvar a España y dice en la entrevista concedida a El Mundo, que su partido no va a abandonar el parlamento de Cataluña para irse a Madrid. Va a “levantar las banderas de manera permanente hasta ganar en Cataluña”  (y me imagino que levantará también el brazo), y todo eso, con tan solo once escaños. Hay que tener valor y coraje. La botella siempre muy llena.

Valor y coraje tampoco le han faltado al joven presidente del PP que ha anunciado, con una rapidez inusual, que su partido dejaba su sede de la calle Génova 13 (el número sí que es algo fatídico) para instalarse en XXXXX para así cortar con el pasado del Partido Popular. Pablo Casado dice que el partido “no puede seguir pagando unas facturas que no conoce”, con lo que ha hecho alusión a los casos de corrupción del pasado reciente. “Desde hoy esta dirección no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada. No nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina”, ha asegurado.

Este cambio de sede ha suscitado bromas, críticas, tomaduras de pelo y más de algún comentario. El primero fue el  tuit que Podemos soltó de su cuenta oficial proponiendo como sede la cárcel de Soto del Real, haciendo referencia a los casos de corrupción que se han vivido en la calle Génova, incluida la reforma llevada a cabo cuyo coste ascendió a un millón y medio de euros pagados de la caja B del partido. Jaume Asens, presidente de Unidas Podemos en el Congreso, sostiene que el PP al abandonar su “cueva de Alí Babá, debe dar cuenta de lo que hicieron los cuarenta ladrones”. Si a esto le añadimos la noticia que ha circulado en el WhatsApp nada más producirse la noticia donde se supone que el edificio de Génova número 13, será adquirido por una empresa textil que se anuncia como que “inspira al mundo compartiendo su pasión por el estilo y la cultura mediterráneos”. La empresa española que se atribuye diseñar 18.000 prendas anualmente, tiene un nombre que sugiere las fechorías que cometían los dirigentes del PP en su sede que ahora quieren abandonar.

Bueno, pero no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto y Yemen, ni de los miles de refugiados que andan por todos los lados, en busca de un lugar donde simplemente poder vivir en paz.

Bárcenas tenía un as en la manga. Él recibía el dinero B, se quedaba con las cantidades que quería y apuntaba el resto en una libreta. Y para que a él no le pillen solo, hacía fotocopias de todo lo que guardaba, por si acaso algún día tenía que demostrar su inocencia, dejar claro que él era trigo limpio y que el resto, o sea, toda la plana mayor del Partido Popular, estaba informada del delito, era partícipe y además se beneficiaba de ello de una manera B, sin declarar a hacienda que somos todos los españoles.

La financiación ilegal del PP queda por esto más que demostrada. Y para colmo, su ex presidente puede  quedar para el arrastre. Tan solo queda que Bárcenas pueda demostrar que fue materialmente Mariano Rajoy, quien ha introducido esos papeles en la máquina trituradora de pruebas. Y no me extrañaría nada que lo haga. Les apuesto un café a que saca un vídeo donde, su entonces presidente, introduce los papelitos en la trituradora, viéndose nítidamente la fecha de las donaciones de alguna u otra manera. Café, seguramente ganado.

Vaya jugarreta. Está visto que no se puede uno fiar de nadie y menos de un tesorero, listo y ladrón para más señas. El mismo Bárcenas ha declarado que existe una grabación en la que el difunto Álvaro Lapuerta, antiguo tesorero del partido, reconoce que «mensualmente» se pagaban compensaciones en “negro” a dirigentes del PP, entre otros, al mismísimo Rajoy. Esto confirma que el expresidente sabía de la existencia de esa caja mucho antes de que en 2009 se lo presentase el nuevo tesorero. Y para que no quede señal de nada, el listo de Rajoy destruye las pruebas, fiándose del tesorero y sin preguntar si había copia de esos papeles. Poca visión, hombre.

Seguramente que Luis Bárcenas quiere ahora colaborar con la Justicia para sacar a su mujer Rosalía de la cárcel, donde se encuentra desde noviembre del año pasado. Su cuarto abogado ha pensado que es el momento de jugar esa papeleta bien guardada y que echa por tierra ese “aguanta Luis, sé fuerte” enviado por Rajoy por WhatsApp para solidarizarse con su tesorero, hace ya unos cuantos años. Pero Bárcenas se encontraba entonces muy cabreado y le espetó: «Tú sabrás a qué estás jugando, pero yo quedo liberado de todo compromiso contigo y con el partido».

Y a todo esto, qué dice la plana mayor actual del PP. Sí, que ese PP era de otros tiempos, ahora con el nuevo PP, el de Pablo Casado, Teodoro García Egea, José L. Martínez Almeida, Ana Beltrán, Antonio P. González Terol, María Elvira Rodríguez y la veterana Ana María Pastor, única veterana, junto a los/as demás chavales y chavalas de la Junta Directiva, estas cosas no pasan. Me parece bien, pero tiempo al tiempo.

Bárcenas dice que ha estado en conversaciones con dos actuales dirigentes del PP para que él deje de tirar de la cuerda que les sofoca. Mientras ellos dicen que no negocian con indeseables, por lo tanto que ningún dirigente de la actual camarilla de Pablo Casado ha podido negociar nada. Comenzado ya el juicio, el abogado de Bárcenas pide que haya un careo entre su defendido y Mariano Rajoy. Aleluya, eso no lo verán ni judíos, ni moros, ni cristianos.

Ya que estamos con cosas del PP, nos llama la atención la última barbaridad de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que no se baja del burro y le parecen bien las declaraciones de la gerente del Hospital de Alcalá de Henares, Dolores Rubio, que ha propuesto retirarles los teléfonos móviles a los pacientes de Covid-19 de cualquier hospital de la comunidad, para impedir que contacten con sus familiares, con el fin de superar sus reticencias y forzar su traslado al centro de pandemias Isabel Zendal. Menuda broma, después de obligar al personal de enfermería al traslado obligatorio de destino de trabajo, ahora de está obligando a los enfermos a un traslado forzoso al Zendal. Esto, justo ahora que se han prohibido las visitas a los enfermos de cualquier especialidad, en todos los hospitales y clínicas de Madrid.

Aquí tan sólo queda un ruego: no se olviden de Egipto, Siria, Irak, Yemen, ni los cientos de refugiados que agazapados andan por acá y por allá sudando tinta. Si no se lo creen, vean el documental Cartas mojadas de Paula Palacios, que se les estremecerá el alma y se les pondrán todos los pelos de punta como le ha pasado a un servidor.