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Archivos Mensuales: diciembre 2021

Todo aquello que expresamos con anterioridad para España, se puede aplicar exactamente, e incluso con más violencia y virulencia, hablando en términos sanitarios, para Marruecos. Ésta, nuestra amada patria de origen, ha conocido un año muy movido, exageradamente movido, diría yo. Ha celebrado unas elecciones generales donde el sistema ha contribuido, junto a la población, a la liquidación del islamista Partido de Justicia y Desarrollo, para aupar a un partido liberal a la formación de un Gobierno tripartido que barre para dentro. Ya lo decía creo que el mismo Hassan II: “Dejad a los islamistas porque caerán solos”; y así fue. Han caído brutal y rabiosamente, pasando de 125 a tan solo 9 escaños parlamentarios. Ha sido una gran sorpresa para todos, incluso para ellos mismos y ahora, el Rey mejor que nunca porque reina y gobierna.

Este año que ya finaliza, ha sido para Marruecos el año del Sáhara. Por un lado ha conseguido un doble reconocimiento por Estados Unidos y por Israel, para de otro modo y también doblemente, enemistarse con Argelia y con España y todo ha sido a consecuencia del Sáhara.

De todo este tinglado ¿a que adivinan ustedes quién es el vencedor?… Claro que sí, Estados Unidos que ha colocado a su socio del alma en el centro de la vorágine, en contra de la voluntad de Oriente y de Occidente y sobre todo, en desavenencia de los legendarios adversarios de Israel.

Por el Sáhara, Marruecos ha retirado a su embajadora de Madrid, ha hecho oídos sordos para que más de diez mil paisanos, casi la mitad de ellos en la pubertad, se introduzcan en Ceuta. Ha influido para que caiga la ministra española de Asuntos Exteriores que, al parecer no ha entendido nada cuando desde Marruecos se decía alto y claro, que la cuestión del Sáhara es primordial y no admite discusión alguna. La acogida “humanitaria” de Ibrahim Ghali en un hospital español para tratarle de su dolencia, ha sido un error desafortunado y más épico al no haber informado a las autoridades vecinas de ello. Dirán ustedes que España no tiene que justificarse ante nadie y tienen razón, pero hay cuestiones en política internacional que hay que tomarlas con mucha parsimonia y varios alfileres. Las relaciones entre ambos países se han visto muy perjudicadas y la prensa, en ambos países, está contribuyendo a ello. Aquí en España se publican artículos sobre la escalada armamentista del país vecino, sobre su potencial y se habla de una supuesta estrategia bien marcada que define con toda claridad las pretensiones y ambiciones desmedidas del reino Alaoui en torno a Ceuta, Melilla y las pequeñas islas del Mediterráneo, mientras otros escritos describen el bloqueo económico que se pretende hacer sobre las dos ciudades. Y no seré yo quien lo intente negar categóricamente.

Marruecos y Argelia han entrado en una escalada nada saludable desde el cierre de las fronteras entre ambos países en los años noventa, Argelia ha cortado relaciones con su vecino y hasta ha prohibido  que sus aviones civiles vuelen su territorio, después de la muerte de tres camioneros argelinos, en extrañas circunstancias cerca de la frontera mauritana. Se habla de una eminente guerra en el Norte de África, cosa que personalmente, al igual que todo ciudadano magrebí lamenta, declina y rechaza. Esperemos que la mesura, prudencia y serenidad se impongan entre las dos naciones hermanas cuyos pueblos no se merecen semejante desastre.

Bueno, que el 2022 nos traiga salud, bienestar y fortuna. Que se apiade de nosotros y sea más benévolo que este 2021. Pero aun así, no se olviden de los cientos de miles de ciudadanos de este planeta, que andan buscando misericordia, paz, holgura y felicidad, dando un final eminente a sus miserias.

Sin duda alguna, el año que estamos despidiendo, ha sido el peor del último decenio. Ha sido tan duro como desesperado; y si no, paren un momento, piensen y recuerden.

Aquí en España, la pandemia después de atizarnos fuerte a primeros de año, empezó a aflojar y nos ha dado un descanso relativo, para incluso poder coger unas pequeñas y reducidas vacaciones en el verano, que en mi caso han sido de dos semanas. El último trimestre del año que corresponde al otoño, nos ha vuelto a martirizar con estas subidas tan mal contabilizadas según mi opinión, al relacionarlas con los cien mil habitantes. Seguro que lo hacen para que parezcan menos masticables las noticias.

Imagínense qué es más penoso, decir que en mayo se han notificado 656.760 casos confirmados de Covid en la Comunidad de Madrid, o decir que ha habido una incidencia acumulada de 9.686,9 casos por 100.000 habitantes; al igual que comentar que en los últimos 14 días el número de casos confirmados fue de 12.515 que representan una incidencia de 184,6 casos por 100.000 habitantes. (Éstas son cifras oficiales del Informe Epidemiológico COVID-19. Madrid 01 de junio de 2021). Evidentemente no es igual hablar de 656 mil y poico y 12.515 que de 9686 y 184 casos por cien mil habitantes. Pero en suma lo que interesa saber es el número total de infectados, ingresados en hospitales y fallecidos.

Aquí la economía nos está jugando una mala pasada y el Gobierno no parece satisfecho con las previsiones para este año ni para el próximo. Desde la Comunidad y desde el Ayuntamiento de Madrid, están bailando con el más feo. Sí, con el más feo porque son ellas las que bailan y no ellos. Ellas nuestra Presidenta y nuestra Vicealcaldesa. La primera está empeñada en enfrentarse, llevarle la contraria y compararse con el Presidente del Gobierno del país y la segunda, está dando palos de ciega al problema de las terrazas, empeñada en salvar y proteger a la hostelería de no sé qué crisis, como si fueran los únicos empresarios que ha perjudicado la pandemia. Oiga, paren y miren a su alrededor. Presidenta compárese, critique y métase con los de su tamaño y especie, y deje en paz a los estamentos más altos que ya tienen a sus detractores detrás de ellos vigilándolos y amenazándoles, como tiene que ser. Y usted, Vicealcaldesa, un poco de cordura por favor, y si quiere favorecer a los baristas, tenga en cuenta también a los cientos de miles de ciudadanos que sufren a consecuencia de una reglamentación mal planificada, no respetada y que resulta más perjudicial que ordenada.

No, si esto no se ha acabado todavía, porque tenemos pandemia para rato. Ahora mismo, en este instante me acaban de informar que ha fallecido el esposo de una compañera de mi mujer. Vaya desde aquí mi humilde homenaje a un hombre tranquilo, tal como poco le conozco y todas mis condolencias a su pequeña y gran familia. Ahmad, descansa en paz. Ya me dirán ustedes, quién en este mísero momento no ha perdido un familiar, amigo o conocido a causa de esta sexta ola, cuyos síntomas no difieren de los de una vulgar y normal gripe.

La verdad es que este año tan duro, lo ha sido también por otras causas igual de importantes. Las relaciones con nuestro vecino más próximo, el vecino del sur, han resultado de lo más extravagantes y raras. Y hay muchos paisanos que siempre han pensado que desde siempre han sido unas relaciones muy controvertidas y quizás razón no les falte. Desde la época de la Transición, la amistad entre los monarcas de ambos países ha jugado un papel primordial para solucionar cualquier problema, hasta que Mohamed VI ha decretado que la cuestión del Sáhara es primordial para Marruecos y que para ello él es capaz incluso de bailar hasta con la más fea, después de contar con el apoyo de EE.UU., Israel, Alemania… Pero España no quiere ni puede entenderlo.

Cierto es que estos no son los únicos escollos de la España de hoy y haberlos haylos e incluso, mucho más gordos. Pero no se olviden de Gaza, Egipto, Yemen, Siria, Irak ni de los cientos de miles de refugiados agazapados en cualquier cuneta.

En muchos medios, sobre todo en las  redes sociales, ha sentado muy mal que Marruecos pusiera a la venta por 3,75 dirhams, equivalentes aproximadamente a 34 céntimos de euro, un sello de correos conmemorando el cien aniversario de la Batalla de Annual. Allá en el Sur, se celebraba una gran victoria, mientras por aquí, en el Norte del Sur, se analizaron en su día, julio pasado, como todos los años, la derrota, sus motivos y su trascendencia en toda la prensa nacional. Ahora, semanas después, prensa y redes sociales, todos se encuentran afligidos, resentidos y contrariados.

Annual, un pueblo o aldea que ni figuraba en el censo demográfico de Marruecos en 2004 por  estar, entonces, considerada como aldea o comunidad rural. Pero que hoy, diecisiete años después, considero que se habrá desarrollado y crecido algo, seguramente gracias al esfuerzo de sus habitantes y no el de los gobernantes. En realidad, pienso que siendo el sitio que es, un lugar que recuerda a Abdelkrim y a la República del Rif, la Administración marroquí, nacional como local no ha cuidado ni potenciado, sino que la han dejado en el olvido y no habrán ni celebrado el acontecimiento. Qué pena de país y qué pena de gente.

El sello en cuestión, fue editado por la sociedad anónima Barid Al Maghrib (Correos de Marruecos), motivo por el cual el diario La Razón incluye el siguiente titulo: “Marruecos celebra la matanza de españoles de Annual”, mientras Okdiario.com titula su artículo: “Marruecos celebra con un sello conmemorativo el asesinato de 10.000 españoles”. Además se puede leer que: “El Reino alauita ha decidido recordar la gloriosa batalla de Annual que entienden como un hito clave en la independencia de Marruecos”. Y añaden que éste es un sello conmemorativo del movimiento contra España y Francia.

En realidad nada tiene que ver ganar la batalla de Annual en la independencia del país. Nada tiene que ver porque se ganó esa batalla en 1921 y se perdió la guerra; especifico la guerra de España contra Abdelkrim en 1927, después de hacer partícipe a Francia y utilizando armas nada convencionales.

En otras publicaciones se pueden leer titulares como: “La población marroquí se dispara en Andalucía un 16 % desde que gobierna Pedro Sánchez”, “Un informe advierte de la amenaza militar de Marruecos al Estrecho: prepara 20.000 millones en armamento” y “El incremento de las exportaciones de Marruecos deja en situación crítica a los agricultores andaluces”.

No seré yo precisamente quien hable y celebre el asesinato de esos pobres diez mil soldados españoles, llevados a la batalla por sus coroneles y generales más prestigiosos del momento. Ellos, gañanes triunfalistas, no podían creerse lo que ha sucedido y así se han vengado buscando la alianza con Francia y usando armamento prohibido por los estamentos internacionales: gases venenosos arrojados contra la población civil que, incluso hoy día, o mejor dicho, hoy día más que entonces sufren sus consecuencias, al estar la zona del Rif en la delantera, siendo precursora de las enfermedades de cáncer en todas sus variantes, Así se puede afirmar que no hay ninguna familia de origen rifeño que no padezca esta lacra de patología.

Los sucesivos Gobiernos de Marruecos, no reconocen este hecho, por lo que no hacen nada para luchar contra esta dolencia. Y tienen que ser las asociaciones del ámbito civil y personas independientes, quienes reivindican y llaman la atención tanto aquí como allá sobre este hecho. Y, justamente la semana pasada, el presidente de la Asamblea Mundial Amazigh, ha dirigido una carta al Ministro de Asuntos Exteriores y se ha reunido en Madrid con representantes de varios partidos, para solicitar su atención sobre este tema. Como consecuencia de estos contactos, Esquerra Republicana de Cataluña y Junts, acaban de registrar en las Cortes una proposición no de ley para su debate en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja. Veremos, dijo el ciego, en qué se queda esto.

De todos modos hay más problemas por allá. Así que no se olviden de Gaza, Egipto, Siria, Yemen e Irak, ni de los cientos de miles de refugiados que, en el norte como en el sur, permanecen agazapados y con mucho frío o mucha calor, esperando una liberación.