Política y despiste
A algunos no hay quien les entienda. El PP, después de votar junto a Junts, en contra de varios decretos que el Gobierno intentaba aprobar beneficiando a la ciudadanía, vuelve pocos días después a exigir al mismo Gobierno que celebre un consejo de ministros urgente para que apruebe “ya” la revalorización de las pensiones, las bonificaciones al transporte público y las ayudas a los afectados por la Dana, que días antes había rechazado.
Más que eso, la siempre sonriente secretaria general del PP Cuca Gamarra, apareció ante los medios exigiendo que se suban las pensiones, se ayude en el transporte y a los damnificados de Valencia. Más aún, Gamarra dijo que su partido iba a organizar una recogida de firmas para pedir a Sánchez una “subida de pensiones ya”. Para ello, Feijóo se ha dado una vuelta por alguna que otra residencia de ancianos para preparar el terreno y mostrarles lo mucho que hace por ellos. Sí, ha visitado a los ancianos a los que pidió firmar la solicitud de subida de la pensión, la misma que no hace mucho rechazó en votación.
Aquí no se acaban los despistes y las contradicciones del PP. Hace un par de semanas el mismo Feijóo se reunió con los presidentes autonómicos de su partido para estudiar el mayor problema que hoy día tenemos los españoles, la vivienda. Esta iniciativa vino una semana después de que Sánchez presentara un plan para abordar el problema de la vivienda creando una empresa pública de suelo y la implementación de incentivo fiscales para propietarios e inquilinos.
Resulta que el PP quiere ahora construir vivienda social cuando, acuérdense ustedes, una famosa alcaldesa pepera de Madrid, vendió (regalando) vivienda social a los fondos buitre, no hace tantos años. No sé qué harán los presidentes autonómicos del PP en este tema, pero me da miedo, mucho miedo.
Otra cosa que me da también mucho miedo es, ¿cómo terminaremos después de una legislatura del recién elegido presidente “hombre americano”? El hijo de emigrantes, ha empezado precisamente con los migrantes, olvidando de dónde ha salido él. En México, se dice que unas 300.000 personas están a la espera para atravesar la frontera, en busca de un posible mundo mejor, pero sus esperanzas se están frustrando porque la frontera está militarizada.
Trump, con voluntad de expansión, comenzó metiendo medio a Panamá y a Dinamarca. Ahora resulta que el Canal y Groenlandia son americanas porque lo dice él.
Éste no tiene nada de despistado. Parece saber muy bien lo que quiere hacer. Sí, ha tenido cuatro años para planificarlo y preparárselo todo, y el mismo día que tomó posesión de su cargo, roturador en mano, comenzó a firmar decretos que asustan hasta al más pintao. Su antecesor Biden, le ha dejado el monte bien plano al conseguir que Israel firme la paz con Hamas, se decrete el alto el fuego, que Israel no ha respetado, y que se intercambien los prisioneros a raíz de 96 a 4; 96 palestinos por 4 israelitas. Así andamos y eso valen los palestinos, a razón de 24 por cada un judío.