Bárcenas tenía un as en la manga. Él recibía el dinero B, se quedaba con las cantidades que quería y apuntaba el resto en una libreta. Y para que a él no le pillen solo, hacía fotocopias de todo lo que guardaba, por si acaso algún día tenía que demostrar su inocencia, dejar claro que él era trigo limpio y que el resto, o sea, toda la plana mayor del Partido Popular, estaba informada del delito, era partícipe y además se beneficiaba de ello de una manera B, sin declarar a hacienda que somos todos los españoles.

La financiación ilegal del PP queda por esto más que demostrada. Y para colmo, su ex presidente puede  quedar para el arrastre. Tan solo queda que Bárcenas pueda demostrar que fue materialmente Mariano Rajoy, quien ha introducido esos papeles en la máquina trituradora de pruebas. Y no me extrañaría nada que lo haga. Les apuesto un café a que saca un vídeo donde, su entonces presidente, introduce los papelitos en la trituradora, viéndose nítidamente la fecha de las donaciones de alguna u otra manera. Café, seguramente ganado.

Vaya jugarreta. Está visto que no se puede uno fiar de nadie y menos de un tesorero, listo y ladrón para más señas. El mismo Bárcenas ha declarado que existe una grabación en la que el difunto Álvaro Lapuerta, antiguo tesorero del partido, reconoce que «mensualmente» se pagaban compensaciones en “negro” a dirigentes del PP, entre otros, al mismísimo Rajoy. Esto confirma que el expresidente sabía de la existencia de esa caja mucho antes de que en 2009 se lo presentase el nuevo tesorero. Y para que no quede señal de nada, el listo de Rajoy destruye las pruebas, fiándose del tesorero y sin preguntar si había copia de esos papeles. Poca visión, hombre.

Seguramente que Luis Bárcenas quiere ahora colaborar con la Justicia para sacar a su mujer Rosalía de la cárcel, donde se encuentra desde noviembre del año pasado. Su cuarto abogado ha pensado que es el momento de jugar esa papeleta bien guardada y que echa por tierra ese “aguanta Luis, sé fuerte” enviado por Rajoy por WhatsApp para solidarizarse con su tesorero, hace ya unos cuantos años. Pero Bárcenas se encontraba entonces muy cabreado y le espetó: «Tú sabrás a qué estás jugando, pero yo quedo liberado de todo compromiso contigo y con el partido».

Y a todo esto, qué dice la plana mayor actual del PP. Sí, que ese PP era de otros tiempos, ahora con el nuevo PP, el de Pablo Casado, Teodoro García Egea, José L. Martínez Almeida, Ana Beltrán, Antonio P. González Terol, María Elvira Rodríguez y la veterana Ana María Pastor, única veterana, junto a los/as demás chavales y chavalas de la Junta Directiva, estas cosas no pasan. Me parece bien, pero tiempo al tiempo.

Bárcenas dice que ha estado en conversaciones con dos actuales dirigentes del PP para que él deje de tirar de la cuerda que les sofoca. Mientras ellos dicen que no negocian con indeseables, por lo tanto que ningún dirigente de la actual camarilla de Pablo Casado ha podido negociar nada. Comenzado ya el juicio, el abogado de Bárcenas pide que haya un careo entre su defendido y Mariano Rajoy. Aleluya, eso no lo verán ni judíos, ni moros, ni cristianos.

Ya que estamos con cosas del PP, nos llama la atención la última barbaridad de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que no se baja del burro y le parecen bien las declaraciones de la gerente del Hospital de Alcalá de Henares, Dolores Rubio, que ha propuesto retirarles los teléfonos móviles a los pacientes de Covid-19 de cualquier hospital de la comunidad, para impedir que contacten con sus familiares, con el fin de superar sus reticencias y forzar su traslado al centro de pandemias Isabel Zendal. Menuda broma, después de obligar al personal de enfermería al traslado obligatorio de destino de trabajo, ahora de está obligando a los enfermos a un traslado forzoso al Zendal. Esto, justo ahora que se han prohibido las visitas a los enfermos de cualquier especialidad, en todos los hospitales y clínicas de Madrid.

Aquí tan sólo queda un ruego: no se olviden de Egipto, Siria, Irak, Yemen, ni los cientos de refugiados que agazapados andan por acá y por allá sudando tinta. Si no se lo creen, vean el documental Cartas mojadas de Paula Palacios, que se les estremecerá el alma y se les pondrán todos los pelos de punta como le ha pasado a un servidor.

Estas cuatro palabras le dijeron los miembros del grupo musical Ska-P en su cuenta de twitter a Felipe VI, tras escuchar su último discurso, el de las pasadas navidades. El motivo es porque el Rey había centrado su comunicación en el coronavirus, que nadie niega su importancia ni el daño que nos está acarreando, dejando en la sombra temas de relevancia para los españoles como son la escapada, o salida relámpago, de su padre del país, su problema con el fisco, etc.

Pero el actual “que te pires ya” se lo dirijo yo a Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la comunidad de Madrid, por no estar a la altura de las circunstancias ni al nivel que le exige su cargo como responsable política. Esta mujer, que el presidente del PP se ha sacado de la chistera así como por arte de magia, no se merece estar donde está por sus acciones y reacciones. Ella parece que está tan solo para llevar la contraria y colgarse del mástil más alto en vez de caminar y andar por el nivel más sencillo, simple y llano que siempre es el mejor-

Pero veamos quién es Isabel Díaz Ayuso. Madrileña, cuarenta y pocos años, licenciada en Periodismo y Máster en Comunicación Política y Protocolo. Su labor se centró en el área online del PP  donde  dirigió las comunicaciones de la red social de la Comunidad de Madrid, así como la cuenta de Twitter de Pecas, la mascota de Esperanza Aguirre y se encargó de la campaña digital de Cristina Cifuentes. Conoció a Casado cuando dirigía las juventudes del PP.

Ella está allí para declarar la guerra a quien sea. No sé si por iniciativa propia, pero me inclino más bien por siguiendo una maniobra bien perfilada y trazada en la presidencia de su partido.

Son muchos los temas mal gestionados por Isabel. Por ejemplo hablando del coronavirus, el periodista británico de The Times John Carlin, la ha llamado la “Dama de Hierro de Madrid”,  haciendo referencia a la que fuera primera ministra británica Margaret Thatcher, por calificar  la situación de la COVID como “excelente” teniendo la región unas elevadas tasas de contagio. Sus decisiones de cierre, confinamiento, regulación de los temas relacionados con la hostelería y sobre todo en lo referente a la sanidad, han sido tomadas tarde, sin concretar y muy mal postuladas. Crea un hospital en Ifema para demostrar que puede y sabe, lo desmantela antes de tiempo y construye otro específico para pandemias que aún no está del todo terminado obligando a los trabajadores del sector a trasladarse por el artículo de yo quiero, tu te trasladas.

Se le reprochan casos de corrupción relacionados con Púnica, Avalmadrid por no aplicar  estudios de viabilidad a su propio padre y al impago reiterado de impuestos. Mantiene un rifirrafe con el ministerio de Sanidad por la adjudicación de las vacunas cuya aplicación privatiza, firmando un  contrato exclusivo con la  Cruz  Roja de 804.000 € en seis meses, estando habidos y dispuestos los enfermeros y enfermeras de la salud pública para llevar a cabo la tarea. 

Y para colmo, esta mujer no llega a presidir la reunión del Plan Territorial de Protección Civil para organizar y gestionar las catastróficas consecuencias de la nevada histórica que asoló Madrid en un caos de campeonato durante varios días. Llegó, se sacó una foto con el personal  cuando la reunión ya había acabado y twitteó un mensaje. Sí, lo suyo es el twitter y nada más. Dicen que decidió ponerse en segundo plano para que los posibles efectos negativos de la tormenta salpicaran directamente al gobierno central o incluso al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

Mujer, si no puedes con esto de la política, ni con el espíritu del servicio público que ello requiere, que has demostrado que no puedes, pírate ya. No te necesitan ni los que, claramente engañados, te han votado.

Bueno, con esta pandemia y este frío, les agradecería que no se olviden de Gaza, Egipto, Siria, Irak ni de Yemen donde las están pasando canutas, al igual que los cientos de miles de refugiados repartidos a través del mundo.

Servidor no es precisamente lo que se puede llamar un buen aficionado al fútbol. No soy forofo de ningún equipo, ni me rasgo las vestiduras todos los fines de semana ante lo que mi equipo pueda o no hacer. Yo, por decir algo, decía que “era del Betis manque pierda” o me  hacía seguidor del Rayo Vallecano, allá en los años setenta y ochenta, antes de que los flanes “Dulh” pasasen a formar parte de la familia del equipo, o sea antes de que fuera adquirido por el grupo de la abeja amarilla y de “¡que te pego leche!”.

No habré sido muy seguidor del deporte nacional, pero me he pataleado decenas de campos de fútbol todos los fines de semana, acompañando a mi hijo, desde que era benjamín hasta que se aseguró de que este deporte no le iba a hacer rico ya de juvenil. Han sido más de diez años en que teníamos, toda la familia, hipotecados los fines de semana: los sábados fútbol y los domingos carreras. Muchas medallas no ganaba en el primero, pero sí merecía la pena y el sacrificio verle participar y correr, como un rayo, subiendo al final al podio para recoger su placa o su copa de ganador en el segundo.

La verdad es que últimamente he utilizado el fútbol como un medio de relajación y escape. Elegía, casi todos los fines de semana, un partido, que pienso puede ser interesante y que puede dar juego y me buscaba un rincón en las cafeterías del barrio para evadirme un rato. Y casi siempre solía ser la misma cafetería, por afinidad, cariño o por costumbre.

Celta – Madrid. El Madrid gana en Balaidos con dos goles, el primero de penalti marcado por Van Nistelrooy y el segundo de un cabezazo de  Robinho en el minuto 83, después del empate que había marcado Ángel de un pase de Nené.  

En el minuto 8 de la segunda parte sustituyen a Raúl por Robinho y después a Emerson por Gago y a Mejía por Salgado.

Robinho que acaba de marcar el 2º gol del Madrid, por suerte, se quita la camiseta y lo celebra           al aire. Es su tercer gol en el liga, ahora sólo le quedan dos meses para que termine, o sea casi le queda un suspiro.

“Los contrarios no son mancos”, comenta un espectador detrás de mí. El Madrid parece que juega con un globo en vez de con un balón reglamentario. Y para colmo, los dos presidentes sentados juntos en el palco, meditabundos, el uno mirando a la diestra y el otro inclinado a la siniestra. Jamás entenderé la reacción, dominio, control y desparpajo de los presidentes de los clubs, sentados el uno junto al otro, y esperando vencer al de al lado. Hay que tener mucho desplante, mucha cara. 

“Menuda cara dura”, afirma otro espectador. “Qué suerte tiene por llevarse el balón hasta el otro extremo”. Y así ha sido.

Zorros y viejos (con 30 tacos) se enfrentan a una pandilla de jóvenes, fuertes y dinámicos, en muchos casos inexpertos. Con mejor condición física y normalmente con peor fichaje.

Yo siempre he pensado que para el dinero que ganan los anfitriones, tendrían que salir al campo a comerse la hierba o a hacérsela comer al contrario, en el buen sentido. Siempre lo creí y lo pienso a ciencia cierta. 

Astros del fútbol que se caen sin que nadie les toque, como la caída de Guti en toda el área contraria en el minuto 90, queriendo provocar un penalti que no existía. Muy bueno el árbitro allí por expulsarle. Lo siento mucho por mis paisanos aficionados al Madrid y en general a la liga española, pero creo que me van a dar ustedes la razón.

Verdaderamente no sé a qué temporada pertenecen los comentarios anteriores, pero intuyo que se refieren a varios años atrás. De todas las maneras, da igual. Así se repiten todas las semanas una tras otra. Ellos, los futbolistas, no se cansan porque salen a ganarse la vida y, menuda vida llevan algunos; y los aficionados de verdad, se divierten olvidando las fatigas, las penas, alejando los males pensamientos y dejando las miserias aparcadas en casa, acompañando a la mujer. Pobres mujeres siempre cargando con lo peor.

Durante muchas décadas, tanto aquí como en otros muchos lugares, países y territorios, el fútbol era un come cocos. Era una recomendación y casi una imposición nacional, dirigida al pueblo llano para, de una manera indirecta, hacerle pensar en las jugadas, las alineaciones, las faltas, los penaltis y por fin en los goles de su equipo preferido y del contrario. Las autoridades pensaban y todavía piensan algunas, que más vale que el ciudadano se distraiga y piense en eso todo el fin de semana para comentarlo el lunes con los amigos y compañeros. Con tantas ligas, leguillas, copas, torneos y campeonatos, resulta que ahora hay fútbol de primera, segunda o tercera casi todos los días de la semana, de lunes a domingo y de enero a diciembre, exceptuando el día de Noche Buena, porque no estoy seguro de que se libre el día de Navidad. Menos mal que seguro que hay un día libre.

Eso, que el pueblo llano piense en el fútbol, se divierta, sea feliz y dichoso. Es mejor eso que otra cosa. Porque la otra cosa da dolor de cabeza. Jaquecas y hasta migrañas dan la política, la economía, los valores, la rectitud, la ética y demás cosas serias. Por ello es mejor no preocuparse y vivir tranquilos, sin complicaciones.

Esto es, miren ustedes, las cosas serias pueden hacer enfadar al ciudadano y más vale que no se enfade,… ¿para qué? Si se enfada y cabrea, será mejor que lo haga con y contra el equipo contrario o, en el peor de los casos, con y contra su propio equipo que no le ha dejado satisfecho y no con quien le ha robado, mentido, sisado, engañado y tomado el pelo.

Porque señores míos, nuestros políticos, economistas, representantes y todos estos y esos que dicen que trabajan para nosotros, resulta que no lo hacen y ni se molestan. Trabajan para ellos y por ellos. A nosotros sólo nos roban, mienten, sisan, engañan y toman el pelo

Bueno, mejor será que piense en el fútbol, en el próximo partido que voy a ver, antes de que empiece a enfadarme. Sí, será mejor, las consecuencias luego pueden ser nefastas.

Actualmente el fútbol ya no tiene ni gracia para mí. Se juegan partidos a las dos y a las cuatro de la tarde, además de por la mañana. Últimamente no he visto ningún partido, o mejor ya ni me acuerdo cuando vi el último, ni quien jugaba ni a qué hora era. Perdí la cuenta y no me importa, no soy muy forofo y realmente no tengo equipo a quien adorar.

Además, ahora con la pandemia del coronavirus, el confinamiento, las cuarentenas y demás, sí que se han hecho las cosas difíciles. No hay gente en los campos, no se puede uno ir al bar de la esquina a disfrutar de un buen partido, criticar, opinar, blasfemar ni nada. El futbol ya no tiene gracias. Tampoco la tiene el baloncesto y creo que sólo queda el tenis, pero si no juega Nadal, tampoco tiene gracia.

Lo que personalmente he descubierto últimamente es el fútbol femenino. Según los expertos se le presagia un buen futuro. Bueno, pues resulta que ya se han celebrado los IV Premios  de Fútbol Femenino de la temporada 2019/2020, lo ha hecho el diario Marca, y yo sin enterarme. He investigado un poco y me he quedado maravillado. Resulta que casi todos los equipos del país tienen su equipo femenino y la liga se llama Primera Iberdrola. Resulta que hay liga y equipo de selección nacional y las responsables principales son  María Tato, directora de Fútbol Femenino de la RFEF y Laura Gil, representando al principal patrocinador de la liga femenina que es Iberdrola. Me tengo que enterar para poder ver, aunque fuera tan sólo por curiosidad, algún partido y espero distraerme, salir un poco de este agobio y divertirme. Ya les contaré en otra ocasión la experiencia, que seguro me hará olvidar los tejemanejes de la política y de los políticos.

Pero no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto, Yemen, ni de los cientos de miles de refugiados que agazapados buscan paz y sosiego.

Insensateces políticas

La señora Díaz Ayuso, por desgracia presidente de la Comunidad de Madrid, hace de su capa un sayo. Decide cerrar Madrid los puentes, pero qué puentes señora. Los lunes 1 y 9 de noviembre, dos festivo que tanto el Gobierno como la Comunidad manejan a su antojo para hacer cuadren las fechas festivas del país y de la comunidad, pasando un día festivo que cae en domingo al lunes siguiente.

Ayuso tiene a casi todo el mundo en su contra. Todos los partidos políticos y sindicatos de tendencia izquierdista de Madrid, han firmado un documento donde explican los tropiezos y las malas acciones en que ha caído Díaz Ayuso. Califican el comportamiento de su gobierno de “errático, temerario, insensible e incapaz de adoptar las decisiones adecuadas para afrontar la situación sanitaria provocada por la Covid-19,… con el pretexto de la recuperación económica”.

Díaz Ayuso ha optado por una política frentista y de llevar la contraria, incluso contradiciéndose ella misma. Ha montado un hospital de campaña en Ifema en vez de apoyar y reforzar las secciones cerradas de un montón de hospitales consagrados hasta terminar de hacerles inservibles para cumplir su labor en estos tiempos que corren. Ha contratado y despedido a personal necesario e imprescindible para cubrir las necesidades sanitarias que se precisan en estos momentos, teniendo en cuenta que hay cinco mil profesionales de baja por contagio. Y sin criterio ni razón, ha cerrado el hospital de campaña cuando la pandemia seguía haciendo estragos en la ciudadanía. Ha mal gestionado las residencias de mayores donde han fallecido alrededor de ocho mil personas. Ha presionado y solicitado el pase de la Comunidad a la Fase 1 de desescalada, sin cumplir las condiciones necesarias que respetaron las demás comunidades. Y tantas cosas más a sabiendas que la Comunidad registra diariamente alrededor de 618 casos activos por cada cien mil habitantes, cuando otras ciudades no superan los 350 casos.  

Con todo esto y muchas más cosas, se puede decir que Díaz Ayuso ha perdido la confianza del ciudadano y la gente la ha tomado con ella. Así en los WhatsApp se ha podido ver y leer:

  • Le comenta ella al alcalde: ¿Te lo puedes creer? Les monto un hospital en tres meses…Se lo lleno de enfermos… ¿Y aún quieren que contrate personal? ¿Y qué más? Y responde el alcalde: ¡Increíble!
  • Escrito en blanco sobre negro: “Ayuso dice que los días que haya luna se puede salir, los de cuarto menguante solo los nacidos días impares, creciente los pares, y el tercer martes de cada mes no sale nadie. Ok?”.
  • En la imagen, la señora Díaz Ayuso en el campo parada mirando a su derecha, y junto a ella unos cuantos burros. El texto dice: “A aquí vemos a un animal terco, obstinado, poco razonable y nada racional. A su lado, un simpático burro”.
  • Una imagen en la que se ve a la señora Díaz Ayuso en un primer plano de lado. Una flecha en rojo señala a su cabeza con el cráneo en negro y se puede leer: “La España vacía”.
  • El Jueves: La OMS descarta confinamientos masivos en Madrid porque con “encerrar a su presidenta bastaría”.
  • En la imagen aparece un reloj dando las 02.00 h y un primer plano de Díaz Ayuso con un gesto como diciendo “y qué pasa”. Y se puede leer: “25 de octubre se retrasa solo el reloj. La otra ya está retrasada”.
  • Imagen de Díaz Ayuso en primer plano, pensativa. Se puede leer: “¿Si contrato para el nuevo hospital un terapeuta, cuenta como 1024 gigapeutas?”.

Cabe destacar que los cuatro primeros han sido publicados y difundidos los últimos cuatro días, mientras el resto de mensajes lo fueron las semanas anteriores.

Señora Ayuso, acepte usted la realidad. Si antes nos confinamos, antes podremos salir de la pandemia, o acaso se cree usted que el madrileño de la calle le gusta estar como en prisión y sin fecha de salida. Europa se está confinando en esta segunda etapa de la coronavirus dados los resultados de contagio tan exagerados que está teniendo todo el mundo. Imagínense que Francia por ejemplo ha tenido hace una semana más de 42.000 positivos en un solo día. Nosotros vamos por el mismo camino y tengan en cuenta que la edad de los contagiados ha bajado hasta alcanzar una media de 40 años, todo es gracias a las fiestas particulares que montan nuestros jóvenes de alrededor de 25 años de edad.

Pero no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto, Yemen, ni de los cientos de miles de refugiados que agazapados buscan paz y sosiego.

El colmo de los colmos. Israel está desmantelando Cisjordania, está obligando a las familias palestinas abandonar sus casas y a pagar la propia demolición de sus edificios o bien, a destruirlas con sus propias manos. Pero también están destruyendo estructuras relacionadas con la higiene, infraestructuras de ayuda humanitaria o incluso edificios destinados a la cuarentena de pacientes de Covid-19, todo para que a los auténticos habitantes de la zona no les quede ni donde refugiarse. Más aún, les da 96 horas para llevar a cabo una monstruosa injusticia, ha anunciado el miércoles 23 de septiembre la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).

Israel quiere que los refugiados palestinos que todavía se encuentran en su tierra (Palestina), la abandonen y se hagan refugiados pero en otro sitio, fuera de Palestina. Esto es la mayor barbaridad a que puede una persona estar sometida. Encima de que te echan de casa, debes pagar quien la derribe o destruir tú mismo tu propio habitáculo, para quedarte en la calle. Lo siguiente es que también les pongan en las fronteras con otros países y les obliguen a entrar en Jordania, Siria, Líbano o en Egipto. Y si no, seguro que les empujarían al Mediterráneo, para acabar con ellos totalmente.

Qué les quedaría a los palestinos si salen de su tierra. Pues muy fácil, que la palabra Palestina dejaría de escribirse en los mapas que todavía señalan donde se encuentra. Que ese mapa tan conocido por todos, sólo tendrá escrito encima el nombre de Israel. Que el árabe será sustituido por el hebreo y dejaría de hablarse en la zona. Que nadie rezaría en nombre del Islam, allí donde Allah también ha planificado su creación y, sobre todo, porque millones de personas quedarían expulsadas de la tierra de sus antepasados para pasar a engrosar la lista de rechazados, desterrados y arrojados de su país. Nada, unos cuantos refugiados más, pero en vez de serlo sólo en su país, lo serían también en tierras ajenas.

Palestina, y Jerusalén en concreto, es la cuna de las tres religiones. Pero Israel ha querido hacerla suya, hacerla solamente judía y animó a Estados Unidos a trasladar su Embajada de Tel Aviv allí en el intento de cambiar de capital.

Para mí, la Tierra Prometida por Dios no era sólo para el primer patriarca Abraham y para sus descendientes. Aquí no puede haber exclusividad. Y pienso desde hace ya algún tiempo que Dios, seguramente se ha arrepentido de ofrecer tal promesa que Israel ha ocupado y hecho suya.

El Reino Unido primero y Estados Unidos después, acabaron con el sueño de muchos palestinos. La primera empujó a los judíos a radicalizarse y a fundar y crear el movimiento sionista y les entregó el territorio para fundar el Estado de Israel en 1948. Los hechos históricos, desde la Declaración de Balfour de 1917 en la que el gobierno británico se declara a favor de un «hogar nacional» para los judíos en Palestina, hasta nuestros días son conocidos de todos y son espeluznantes.

 Recordemos que el Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina aseguró en su informe a la Asamblea General del 3 de septiembre de 1947 que los motivos para que un Estado judío se estableciera en Medio Oriente se centraban en «argumentos basados en fuentes bíblicas e históricas», pero no comentó que los palestinos tenían igualmente el mismo derecho porque Allah los creó y diversificó ahí mismo también.

Una puntualización de lógica. El holocausto de seis millones de judíos muertos fue de la mano de los alemanes y no de los hermanos musulmanes de Hamas. Pero de quién llevan los judíos vengándose desde hace más de setenta años, de sus hermanos árabes, los palestinos. Esto es tan cierto como injusto.

No se olviden de Palestina y concretamente de Gaza, Siria, Irak y Egipto y acuérdense de los cientos de miles de refugiados del mundo que andan por todos los lados buscando sosiego y más concretamente de los refugiados-refugiados de Palestina.

Marruecos ha vuelto a llamar otra vez al confinamiento durante cuatro días, los que coincidirán con la celebración de la Fiesta del Cordero, el mayor festejo para un marroquí de a pie. Esto será entre el 31 de julio y el 3 de agosto. Se prohibirá a la gente salir y moverse fuera de casa bajo ninguna circunstancia ni motivo, ni con la autorización del Mokaddem (*) ni bajo ninguna justificación. Para ello, la autoridad civil va a reclutar a todo el personal disponible entre policías, Mkhaznia (**) y gendarmería para mantener un total confinamiento, a excepción, claro está, de quien se encuentre enfermo para trasladarse a un hospital, que seguirán abiertos y trabajando según sus horarios y guardias.

Tengan en cuenta que la celebración del Aid El Kebir (la Fiesta Grande) en la sociedad marroquí, requiere una gran preparación. Se compra un cordero que hay que sacrificar en casa.  Y, según la tradición, se elaboran dulces y toda clase de productos de confitería, pastelería para  deleitar a los estómagos a base de dulce o de salado, tal como: briouats de pavo, bricks de carne picada, mini pastela con todas sus variedades, hojaldre de pera y almendras,  assafa, rgaif, harcha, baghrir,, msamman, y de más exquisiteces a base de coco, almendra, pistacho, avellanas o nueces.

Les tengo que contar una historia, Marruecos ha tenido desde el 2 de marzo pasado, cuando apareció el primer infectado con este virus, un número total que asciende a unos 20.000  contaminados con el Coronavirus de los cuales alrededor de 17.000 se han declarado curados y han fallecido tan solo 305 personas, hasta el pasado sábado que ha conocido 811 nuevos casos, el número más alto de infectados de toda la pandemia. Para obtener estas cifras se ha aplicado un gran confinamiento y se ha mantenido fuera del país a todos los ciudadanos que se encontraban fuera del mismo, exceptuando a una paisana, la hija del Ministro de Asuntos Exteriores y de  los Marroquíes Residentes en el Extranjero que, con el espacio aéreo cerrado, dicen que consiguió repatriar a su hija, estudiante en Londres, para pasar el confinamiento con su mamá en Rabat,

Hasta mediados de junio se llegó a contar oficialmente y a su pesar, que unos 35.000 marroquíes se encontraban fuera del país de vacaciones, de trabajo o por otros motivos. Para repatriarlos, incluidos los se encontraban en Ceuta y Melilla, los pobres han pasado un calvario y han sufrido lo incalculable, cuando España, Francia, Bélgica, Alemania, etc., han fletado rápidamente vuelos directos para repatriar a sus ciudadanos que se encontraban en Marruecos. Pues los marroquíes que se encontraban fuera del país, por lo menos han pasado tres meses de confinamiento fuera de su casa porque el Gobierno cerró las fronteras aérea, terrestre y marítima justo el 15 de marzo y, no es todo, aún sigue habiendo paisanos en infinidad de países. A nivel marítimo se ha permitido la entrada a Tánger exclusivamente a los buques con trayectoria desde una ciudad francesa y otra italiana, dejando cerrada la circulación entre Algeciras-Tarifa y Tánger, donde siguen encontrándose muchas familias con sus automóviles.

Así que un marroquí que estuviera en el sur de España, en vez de tan solo cruzar el Estrecho para volver a su casa, tendría que atravesar toda España y acercarse a Francia o a Italia para coger un barco que le llevase a Tánger. En qué cabeza de chorlito cabe esto me pregunto yo.

Bueno, la ciudad de Tánger ha sido cerrada a cal y canto hace una semana, luego se cerraron sólo algunos barrios pero, desde ayer, resulta que está prohibida la circulación entre Tánger, Tetuán y Fez, igualmente no se puede viajar desde Tánger hasta Marrakech pasando por Rabat, Casablanca, Settat para alcanzar la ciudad roja. O sea que ha quedado bloqueado el eje central del país. Todo esto es a consecuencia del descuido de la población que ha hecho que crezca el número de personas infectadas, lo que ha llevado a cerrar la estación de autobuses de Oulad Zian de Casablanca y tomar medidas tan drásticas como la vuelta al confinamiento durante los cuatro días festivos de

Últimamente se han visto imágenes y vídeos escalofriantes en las playas y en los grandes zocos, donde el personal acudía para adquirir el susodicho cordero. Por ello, este año cientos de miles de familias se van a quedar sin cordero y sin sacrificio y personalmente lo siento por los niños que son quien más se divierte con este acontecimiento.

Bueno, pero no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto ni de Yemen, pero tampoco de los cientos de miles de refugiados que se encuentran agazapados en cualquier rincón, esperando un milagro.

(*) Mokaddam: Es el escalón más bajo dentro de la autoridad civil en la administración marroquí, que se encuentra en las juntas municipales de distrito en las ciudades o en las administraciones rurales del Ministerio de Interior. Durante el confinamiento entregaba un documento en cada casa a un miembro de la familia para que pueda salir a comprar lo más necesario para sobrevivir.

(**) Mkhaznia: Gente del orden del Ministerio del Interior.

Desde hace ya muchos años, soy ojeador y lector de títulos de cualquier publicación o periódico. De derechas, izquierdas, centro, norte o sur, siempre me ha dado igual la tendencia política. En la Universidad leía normalmente los cuatro diarios que llegaban a mi departamento, a excepción de los deportivos que siempre he pensado que me supera su información.

Cuando estoy en Rabat, la ciudad de acogida de mis padres y donde yo mismo trabajé durante varios años, compro cuatro diarios. Tengo alucinado al “susi” (1)  de turno que amablemente y respetuosamente me cobra los 17 Dhm (1,5 € aproximadamente) de mi compra. No consigue ni conseguirá entender  la postura de un cliente que adquiere tantos periódicos, e igual ni se lo plantea porque a él le han puesto allí para vender y generar dinero.

Un tendero susi en Marruecos es una gran institución. De muy joven ingresa como aprendiz de tercera categoría en un comercio, generalmente de comestibles. Con los años va creciendo y subiendo de categoría. De tercera pasa a segunda y luego a primera donde pasa bastante tiempo y donde se le empieza a valorar. Sustituye y suple de vez en cuando al responsable, se le encargan tareas algo más complicadas que tienen que ver con el negocio, como ocuparse por ejemplo de los pedidos, atender a los representantes, pero siempre sin tocar la caja. Eso son cosas mayores y es responsabilidad y tarea del jefe. Pero un día salta la liebre y si es responsable, obediente, con ojos de lince para el comercio y para atender a la clientela tan diferente y dispar, puede aspirar a ser jefe y encargado de un comercio similar.

Servidor siempre ha sido un poco cocinilla pero sin exagerar ni nada; simplemente que no me asusta la cocina, y con el confinamiento del Covid-19 y las circunstancias, tener a mi hermana mayor con nosotros en casa pasando el encierro, se ha agudizado y hasta repetido mi presencia ante los fogones. Ahora descubrí que hago unos guisos no tan malos, pero que no se pueden comparar en variedad ni en elaboración, con las exquisiteces que elabora mi señora esposa. Bueno, mis guisos no son complicados y con este confinamiento caí en la idea de que el que se los come se muere y el que no también.

Con estas excentricidades sólo me queda decirles que no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto ni de Yemen donde, según Save the Childen, 85.000 niños menores de cinco años han muerto en los últimos tres años que dura la guerra por malnutrición aguda. Tampoco olviden a los cientos de miles de refugiados que se encuentran agazapados en cualquier rincón esperando un milagro.

  1. Susi: Ciudadano marroquí de origen de la zona de Sus (Agadir, Essaouira,..) que legendariamente se dedican en Marruecos al pequeño comercio y principalmente de comestibles.

 

Resulta que, por fin Marruecos decide, después de haber cerrado sus fronteras hace ya tres meses, repatriar a sus ciudadanos confinados en el extranjero. Se habían barajado en principio unas 17.000 personas que poco a poco fueron creciendo hasta alcanzar unas 32.000 personas, según el mismo Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos. 32.000 personas abandonadas, dejadas, rechazadas y excluidas incluso de pasar el Ramadán y la Fiesta Pequeña fuera de casa, con lo que eso significa al ciudadano medio marroquí. Nadie se lo perdonará al presente Gobierno ni a los estamentos del Estado que se supone velan por la tranquilidad, felicidad y júbilo de la ciudadanía.

Por fin digo, y después de tres meses, empiezan a repatriar a los paisanos que se encuentran en Melilla, Ceuta, Argelia con unas deficiencias y desorganizaciones jamás vistas. El Ministro de Sanidad comenta que Su Majestad ha dado la orden de agilizar la repatriación de los marroquíes en grupos de trescientas personas y una mano negra añade que por semana. Y nos hemos puesto a pensar. 32.000 paisanos a trescientas personas por semana, se necesitan 106,6 semanas, lo que significa 2,05 años; o sea dos años y pico. Incomprensible e inconcebible. Incomprensible desde dos puntos de vista. Incomprensible que S.M. el Rey diga esa barbaridad, e imposible que alguien piense que se deba pasar más de dos años para repatriar a unos paisanos perdidos allá por los confines de la Tierra, cuando al Covid-19 no se le da más de dos meses de vida.

Personalmente en estos casos, siempre digo aquella frase de “Dios nos pille confesados” y en este caso más todavía porque no me lo creo. No me creo lo que estoy viendo.

Los medios en seguida toman nota de todo y no les digo cómo funcionan y lo rápido que lo hacen el WhatsApp, el Twitter, el Faceboock y demás.

  • Oiga van a empezar por lo de siempre, París que es lo más importante.
  • No primero Turquía, Arabia y los países del Golfo.
  • Qué va, primero España que está más cerca y será Madrid, Barcelona y Bilbao, después de Ceuta y Melilla.
  • Sí, se los llevarán al pequeño aeropuerto de Sania de Rmal en Tetuán.
  • No, no, no, a Casablanca donde dicen que han instalado un hospital gigante, como el de Ifema de Madrid, para lo de la cuarentena. Aquí en España está claro quien se llevó el gato al agua, y en Marruecos, quién habrá sido el afortunado?
  • Hombre, mejor Ben Sliman, donde también hay aeropuerto, hospital y es céntrico.
  • No hombre no, al aeropuerto de Oujda, como a los que se trajeron desde Argelia, para que pasen la cuarentena en Saidía,… junto a la playa, pero sin arrimarse.

Y hablando de otro tema, muy preocupante por cierto, la operación Paso del Estrecho, que en Marruecos pasó a llamarse pomposamente Operación Marhaba (bien venidos), la que permite la entrada por el Estrecho de cientos de miles de marroquíes que vienen de vacaciones a su país. Esa operación tendría que estar ya en marcha desde mediados de mes, pero todavía nada.

En la Dirección de la Marina Mercante dependiente del Ministerio de Equipamiento, Transporte y Logística, al parecer responsable de la operación en la parte marroquí, se dice que de momento no hay ninguna información oficial relativa al tema. En la parte española organizada el pasado año por   la dirección de la Subsecretaría del Ministerio del Interior, y la coordinación de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, tampoco se ha publicado nada. Hay que tener en cuenta que precisamente el año pasado durante toda la operación (salida desde España entre el 15 de junio y el 15 de agosto, y la fase de retorno 15 de julio a 15 de septiembre), han cruzado el Estrecho  3.340.045 pasajeros y 760.215 vehículos han cruzado el Estrecho, lo que representa un 3% y un 3,5% más que en 2018. Se dice pronto pero son muchos paisanos y muchos vehículos.

Si vamos a hacer que pasen la frontera a 300 personas por semana ¿cuántos años vamos a necesitar?

Pero no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto, ni de los miles de refugiados que andan por allí y por aquí en busca de salvación ahora que pronto será el Día Internacional del Refugiado.

 

Quién lo iba a decir, ya estamos en junio y llevamos  casi tres meses confinados. Esto es como todo, hay confinamientos de confinamientos y si hay que estar confinado, mejor que sea en casa de uno.

Por aquí y por allá se encuentran unos 32.000 marroquíes abandonados, fuera de sus casas porque la pandemia les pilló fuera del país. Ellos se encuentran a lo largo y ancho del globo y se sienten mal, dejados, abandonados, rechazados y algunos en situaciones familiares deplorables. Sienten que su país, su Gobierno y su Parlamento los han rechazado, no han hecho nada por ellos desde que a alguien se le ha ocurrido cerrar las fronteras, los espacios aéreo y marítimo, no permitiendo que nadie vuelva a su casa. Lo han cerrado todo y antes que nadie.

Nasser Bourita, el ministro marroquí se Asuntos Exteriores, Cooperación Internacional y Marroquíes Residentes en el Extranjero se ha cegado; no habrá pensado en ningún momento en ellos y los ha dejado colgados donde fuese para preservar un bajo índice de contagios, muertes y para frenar la expansión de la pandemia. Es una cuestión de prioridades. Bourita ha abandonado a 31.999 paisanos y ha rescatado a una ciudadana, ha repatriado a su hija que se encontraba estudiando en Londres. Sí lo ha hecho, y seguramente a su pesar, porque la mamá de la niña le ha ordenado que lo haga, que ella prefiere que su hija pase el confinamiento junto a ella, en su residencia de Rabat, en vez de una habitación en suelo londinense, como están cientos de chicos y chicas, incluida la mía.

A Marruecos, especialmente a Casablanca, Rabat y a Marrakech han volado a finales de marzo y en abril aviones españoles y franceses para repatriar a ciudadanos de ambos países y seguro que todavía queda alguna persona de estas nacionalidades que no ha tenido la suerte de embarcar retornando a su casa.

En Marruecos, como han recogido los medios, el Jefe del Gobierno ha comentado que están pensando en los paisanos confinados fuera del país y que iban a repatriarlos a razón de 300 personas por semana. Imagínense ustedes la burrada. Hemos calculado por una simple ecuación casi infantil que se necesitarían más de dos años para repatriar a los 32.000 ciudadanos a razón de 300 por semana. Se pueden creer tal barbaridad o es que el señor Otmani cree que la Covid-19 nos va a durar hasta el 2023. ¿Qué hacía y qué hace el Gobierno con su Comisión de expertos de la pandemia desde que cerraron las fronteras y prohibieron la circulación aérea y marítima?

De todos modos procedieron a la repatriación hace un par de semanas y se llevaron al país a los paisanos que se encontraban en Melilla, Ceuta y Argelia. Todo ello con una desorganización del copón de mico ya que de Ceuta iban a retirar a 300 personas en varios autocares y se encontraron que había 800. El hecho es que la lista de personas que querían regresar a casa la había confeccionado una asociación un mes y medio antes y no recogía ni la mitad de los que se encontraron. Y, precisamente en Ceuta se ha dejado de repatriar ya que se han detectado algunos Covid-19 positivos entre los trasladados a la provincia de Tetuán. La próxima semana quizás continúen con la repatriación y así lo deseamos, pero veremos cuanto va a durar la operación.

La imagen que ha recorrido el mundo esta semana es la de George Floyd, hombre de raza negra a quien un agente del orden en Minneapolis, EEUU, pone fin a su vida apretándole el cuello contra el suelo con su rodilla, mientras él repetía que “no puedo respirar”, hasta que logró asfixiarlo. Esto ha transcurrido mientras muchos ciudadanos increpaban al policía asesino, que no ha dejado de apretar. Esta imagen de un vídeo grabado y colgado en Faceboock por D. Frazier ha sido la mecha del levantamiento de las grandes protestas que se llevaron a cabo en todo Estados Unidos e incluso la han traspasado para que se produzcan manifestaciones contra el racismo ante las embajadas de EEUU en infinidad de capitales europeas.  Este vídeo ha reavivado la memoria ciudadana que ha hecho circular en whatsapp la imagen en la que un soldado israelí asesina a un niño palestino apretándole también con su rodilla el cuello contra el suelo hasta acabar con su vida. Y me pregunto, si en este caso también, se puede hablar de cuestión de prioridades y a quién benefician estas prioridades.

Pero de todas las maneras no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto ni de los miles de refugiados que andan por ahí agazapados en espera de una salvación.

Hoy Madrid ha pasado a la Fase 1. Le ha costado y lo ha superado a regañadientes. Mis amigos de las cervezas del viernes y otras cosas, ya han reservado una mesa para nueve personas en una terraza del barrio para esta tarde-noche.

Y hablando del barrio, éste donde yo vivo se está destacando en los últimos días por el ruido y las broncas que arman algunos vecinos que hasta ahora, y desde las ventanas de sus casas, expresaban su desacuerdo con la gestión de la coronavirus que realiza el Gobierno central, con la clásica cacerolada a las 21.00 horas, después de que el resto de vecinos seguíamos aplaudiendo una hora antes a la gente de la sanidad, que lo han dado y lo están dando todo para que los demás pudiéramos vivir o, en el peor de los casos, morir en paz.

No satisfechos con la cacerolada desde la ventana y terraza de su casa, muchos vecinos del barrio del Retiro están saliendo a la calle para protestar. Sacan la cacerola y el cucharón o simplemente el cucharón para armar ruido, protestar y manifestar su desacuerdo, convirtiendo los cinco minutos habituales en media hora o más, acompañados incluso con enfrentamiento y amenazas a los vecinos no provistos de esas herramientas, y mejor si son mayores y/o mujeres. Digo que en mi barrio y exactamente en la intersección de las calles Narváez con Ibiza, se ha convertido en la central de la protesta diaria. Varios amigos y conocidos han afirmado el descaro y la violencia con que esta gente sale a la calle. Me aseguran que daban miedo y pavor, que mejor es no cruzarse con ellos ya que contaban con la permisibilidad de los agentes del orden.

Esto fue el domingo pasado y era fuera de reivindicación organizada por Vox el día anterior recorriendo las calles de Madrid y otras ciudades como Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, etc., en autos y motos, devolviendo a estas ciudades la contaminación que el confinamiento había hecho reducir.

Para colmo la caravana de autos y motos, todos de alta gama (descapotables, BMW, Mercedes,…) que recorrieron Madrid, lo hacían bajo el lema de “Marcha de la libertad”. Irrisorio es que esta gente que durante décadas nos han castigado, maltratado y encarcelado a los demás, salen ahora reivindicando “libertad”. A caso se sienten amenazados por un Gobierno y por unos ciudadanos demócratas, ellos que nos han acojonado durante cuarenta años en nuestra juventud.

Se han apoderado de las calles y de la bandera de todos, han atascado las ciudades, se han saltado todas las medidas de seguridad sanitaria para protestar contra la ejecutiva del PSOE y de Podemos, exigiendo la dimisión de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias por su “criminal” gestión de la crisis del coronavirus, “protegiendo España frente a los que la quieren despedazada, pobre o encarcelada”.

Oiga, ustedes tienen su derecho a protestar, criticar y a casi todo lo que quieran, pero háganlo civilizadamente, no insulten a nadie y no molesten a los demás.

Ráfagas de críticas le han llovido a Santiago Segura, según se cuenta, por intentar apaciguar el ambiente al hacer un llamamiento a la “concordia, entendimiento y armonía”. En un tuit comentó: “Qué tristeza esa España de fachas y rojos, de malos y buenos, de extrema derecha fascista o bolcheviques bolivarianos”. “Concordia, entendimiento, armonía,… igual suenan a descafeinado, pero son palabras necesarias”.

Al parecer aquí no se puede mediar con nada ni con nadie y espero que los descontentos con el Gobierno vuelvan a su cacerolada desde su ventana en vez de trasladarla a la calle que les vuelve violentos e incivilizados.

Aun así, les ruego que no se olviden de Gaza, Siria, Irak, Egipto, donde la epidemia esté haciendo estragos, ni de los miles de refugiados agazapados en cualquier rincón en espera de consuelo y alivio.